MUY buenas noches a todos. Mi
presencia en esta mesa se debe únicamente, pese a lo que se diga o lo que se
haya dicho, no a mis supuestos méritos, sino a la amistad que me une con Plácido y al cariño recíproco que nos
liga a la Asociación de Vecinos de Santa Marina y a un servidor de ustedes.
Es por tanto un honor haber sido
elegido para presentar este nuevo retoño recién salido de la imprenta, después
del largo y complicado embarazo que supone siempre la gestación y el parto del
Otoño Literario y Solidario. Más dilatado y complicado este año que de
costumbre que, como se diría castiza y popularmente en nuestra tierra, se ha
alargado año y día como parto de burra.
Mas, pese al retraso y a las
complicaciones, no ha sido menos fructífero y venturoso que en anteriores
ocasiones. A las pruebas me remito. El nuevo vástago literario nos ha salido
hermoso y lleno de luz y de vida. No podía ser de otra manera, cuando su
placenta ha sido enriquecida con la creación y la palabra de los autores,
consagrados y noveles, que la conforman.
El honor de esta presentación se
acrecienta cuando la mayoría de estos autores son compañeros de fatigas
literarias. Con ellos he compartido versos, recitales, copas y tertulias en las
que las opiniones, no por ser diferentes, dejaron nunca de ser enriquecedoras.
Con algunos de ellos, incluso, me une una vieja y estrecha amistad que, a pesar
de los impedimentos que los quehaceres diarios interponen, no se debilita con
el paso del tiempo, sino que, permanece fiel y firme como un faro.
Pero hablemos del libro, que es el tema que nos ocupa. Este proyecto anual que nació titubeante y se ha ido convirtiendo, con el paso de los años, en una referencia literaria de nuestra ciudad, a la altura de publicaciones colectivas de la hondura y el calado del Vuelo de la Palabra que con tanto acierto publica el Ayuntamiento de Badajoz, a quien es de rigor agradecer que este año se haya implicado, más si cabe con la Asociación de Vecinos de Santa Marina, patrocinando el presente volumen. He aquí, pues que, fruto del tesón y del esfuerzo, nos encontramos entre las manos con el ejemplar correspondiente al VIII Otoño Literario y Solidario.
Perdonadme que os lo aclare, pero un libro no es un objeto más que se fabrica, se distribuye, se vende, se utiliza y se arrincona en cualquier olvidado cajón o polvoriento estante. La edición de un libro es mucho más que eso. Un libro resume la esencia de la creación en sí misma, tanto en su aspecto formal o físico como en su dimensión espiritual. Un libro es algo vivo, un ser que palpita con autonomía. Es tacto y alma al mismo tiempo; algo tangible y a la vez intangible. Un libro es una ventana abierta a la aventura, a la imaginación, a la emoción o a los sentimientos. Culpa nuestra será si no somos capaces de abrir nuestros sentidos y participar de la magia que nos llega en forma de palabras.
Hablar de Cosme es hablar de un
cosmos poético, particular, original y diverso, porque este entrañable poeta
crea y tiene su propio universo literario. Ello da una visión de la complejidad
y a la vez de la riqueza de la poesía de Cosme López García.
Pero nadie mejor que él para
definirse:
…Cuando compongo versos, mi pretensión no es otra que
acercarme al mundo interior del ser humano, pero también recorro sus
alrededores (mundo exterior) con unas ligeras pinceladas críticas, satíricas a
veces y otras apoyado en el humor más o menos ácido, pero siempre intento
dignificar al hombre poetizando sus circunstancias –todos los poemas son de
circunstancias, decía Chesterton–, con todas sus virtudes y sus defectos…
El
nido de mis poemas
...Mi poesía así tendida
se levanta del sueño ahora:
abecedario revuelto
que hace la letra VIVA;
lluevo en el papel y a solas
con mi sudor alfabeto…
Cosme
encuentra en todo un motivo para poetizar. Es prolífico y disperso, entendiendo
esa dispersión no como algo peyorativo, sino como la amplitud de visión para
sentir el mundo en toda su extensión. Cosme siente el mundo y lo padece con
sensibilidad extrema y escribe sobre él y a la vez sobre sí mismo en un ejercicio
de sinceridad poética:
Un
libro va
…Camina la palabra a veces pura,
otras mezcla su lenguaje
con la metáfora soez,
pero siempre defendiendo el coraje
desde el adentro del ser…
Sinceridad manifiesta también en Ventana de socorro:
…Aquí dejo estos poemas, oquedad
abierta
como única salida a tanto accidente,
no geográfico ni casual sino
producto del reality show
que es mi género y especie
en peligro de extinción…
Hijo de Campanario, a veces retorna
al mundo intransferible de la infancia, a la casa materna que él recupera con
frecuencia en sus constantes visitas, a las vivencias y a las sensaciones que
laten en la piedra y en el paisaje, y sobre todo en el recuerdo:
Como hace en La casa familiar:
Pero tras esa coraza, crítica y dura, mordaz o corrosiva, agresiva en ocasiones, pero sincera siempre, late un corazón sensible incapaz de permanecer oculto. Un corazón desnudo e indefenso, desamparado y solo, que se nos muestra en carne viva, sucumbiendo, como todos, sin remedio al reclamo del amor.
…El patio de rolliza, el naranjo
centenario,
un pozo con brocal azulejado,
el chirriar de la carrucha y la
cuerda
atada al campanillo,
en un rincón la tinaja tapada,
encima el pomo de aluminio…
Y más adelante en Elegía a la infancia perdida:
…¡Tantas veces busco esa
melodía!...
pero el niño se me fue de las manos.
Un tiempo hubo
donde viví el doble de todo,
perdido ahora, estoy avergonzado…
Pero, como ya he dicho, el inquieto
espíritu de Cosme no puede permanecer estático: indaga, descubre y experimenta,
juega con el verso y con el verbo sin perder el equilibrio entre el sentimiento
y su ácida visión del mundo:
Así lo demuestra en Palabras en el juego de la caída:
…Así ser sereno, moreno, quiero
y vivo,
palabra de honor, error,
abracadabra,
la magia la panza, la burla, la
chanza
y sobre todo un solo sobre
sin sello, qué se yo, llorando llagas…
Cosme va y viene, sin descanso, de
dentro a fuera, de fuera a dentro. Atisba el mundo, lo interpreta y vuelve a
sumergirse en sí mismo, bucea su interior y nos lo muestra sin recato, porque
si de algo puede presumir la poesía de Cosme, por encima de todo, es de ser
sincera, directa, descarnada a veces de tanta honestidad como rezuma.
Claro como el agua lo expresa en Los pies de mi poesía:
…Voy colocando palabras convenientes
–que no hay razón para alinearlas–,
ellas saben andar por sí solas
aunque algunas tengan pies de plomo…
Y más abajo, en el mismo poema:
…Así es mi poesía ahora que me sale
tal como suena, pero no se trata
de marear la perdiz, una minoría
escucha y se pueden permitir el lujo
de mandar al cuerno lo innecesario,
pues al revés sería asentimiento,
el ordeno y mando tan de
moda
y avestruz ante dioses
de plástico…
Cosme lo confiesa en Pétalos de rosa y espina:
…Y en el amor
encontraste una estrella
que lejos de ser fugaz,
se instaló en tu alma de
poeta.
Cuando pregunten quién
es ese amor,
contestarás orgulloso:
–mi compañera…
No creo que sea necesario
recomendarles que lean su poesía. No exagero si les aseguro que en alguno de
sus poemas se sentirán reflejados e identificados con el alma del poeta.
*Palabras de Antonio Castro Sánchez, escritor y poeta, dirigidas al público asistente en la presentación del libro VIII Otoño Literario y Solidario, editado por la Asociación de Vecinos Santa Marina de Badajoz. El acto fue un homenaje al poeta recientemente fallecido, Juan María Robles Febré y donde intervinieron los poetas José Luis Álvarez Martínez, Faustino Lobato Delgado y Cosme López García, además de la escritora Luz Rueda Sabater. Enero de 2007.
Poco me queda por decir: El VIII Otoño
Literario y Solidario de Sombra y Verso ya vuela libre. Vuestra será la
decisión de dormitar o aburriros frente al televisor o disfrutar con su
lectura. Salud para todos y muchas gracias por escucharme.
Antonio
Castro Sánchez
Badajoz, enero de 2007
____________________________________*Palabras de Antonio Castro Sánchez, escritor y poeta, dirigidas al público asistente en la presentación del libro VIII Otoño Literario y Solidario, editado por la Asociación de Vecinos Santa Marina de Badajoz. El acto fue un homenaje al poeta recientemente fallecido, Juan María Robles Febré y donde intervinieron los poetas José Luis Álvarez Martínez, Faustino Lobato Delgado y Cosme López García, además de la escritora Luz Rueda Sabater. Enero de 2007.
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