Recitando en el Gran Café Victoria. |
Acercarles
quiero, por primera vez en esta sala, la figura de un poeta grande que tiene la
humildad por bandera: se llama Diego
Fernández González, Piropo para los amigos, como suele decirse, y también, para todo el que
quiera conocerle. Porque Piropo es el
mote que le viene desde la niñez, cuando en nuestro pueblo, Campanario, alguien
le rebautizó. Y hasta hoy, él mismo lo lleva con cariño.
Nace en 1957. Pintor y poeta
autodidacto. Cursa sus estudios de Magisterio en Almendralejo, ciudad donde
realiza su primera Exposición (1979). Después viaja a Barcelona para trabajar como maestro de escuela e
impartir la clase de dibujo y pintura a sus alumnos. Allí mantiene relación con
otros pintores y artistas hasta 1990, regresando a Extremadura. Ha
realizado, hasta la fecha, alrededor de 40 Exposiciones, recibiendo,
así mismo, el reconocimiento a su trabajo artístico con la concesión de algunos
premios y menciones en diversos certámenes y concursos de pintura, destacando
el Premio-Adquisición en la primera
edición del Premio de Pintura Timoteo Pérez Rubio de Oliva de la
Frontera y selección de obras con publicación en catálogo en su segunda
edición. Nuevamente selección de obras y Tercera Mención en la VIII Edición del Premio Nicolás
Mejía de Fuente de Cantos y Mención Especial en la IX Edición). Tiene obras
repartidas en diversas instituciones públicas y privadas, así como en numerosas
colecciones particulares. En 1999, su
nombre es incluido en la web Artistas Plásticos Extremeños
Contemporáneos y en el 2000, figura en el catálogo de artistas de
La Serena para Expocomarcas. En el 2001, ilustra el libro Cuentos Silvestres de Julio
Fernández Moreno, publicado por la Excma. Diputación Provincial de Badajoz.
Tiene pendiente la publicación de un catálogo de sus pinturas bajo el título En el camino. En el ámbito literario, ha
publicado poemas, relatos e ilustraciones en diversas revistas culturales: Metrópoli, El bachiller Tomé Lobar, Aldaba, Al aire, Lacipe… y ha participado
con declamación de poemas en numerosos recitales, jornadas líricas y presentaciones
de libros. Como miembro del Fondo
Cultural Valeria de Campanario, colabora en la edición de varias publicaciones,
viendo su trabajo La Segunda Enseñanza en
Campanario como coautor de los cinco tomos de la enciclopedia titulada Campanario, (2003). Al año siguiente, se
le concede el Premio de Poesía Aldaba
de Argamasilla de Alba y es seleccionado en el XVIII concurso literario Villa de Monesterio. En el 2005, recibe
el Primer Premio de Poesía en el V Certamen
de Relato Corto y Poesía de Valverde de La Vera (Cáceres), siendo Finalista en el II Certa-men de Poesía Antonia Pérez Alegre de Viladecans. Y en el 2006 obtiene una Mención
Especial en VII Premio Internacional de Poesía
Artífice de Loja, con publicación colectiva en estos últimos concursos.
Tiene acabados una docena de libros inéditos de poemas y uno de relatos.
Es miembro de la UBEX , de la Asociación Beturia, socio fundador de la Agrupación de Acuarelistas Extremeños y coordinador del Club de Lectura Valeria.
Fue un placer
para mí, en el año 2006, reseñar en la Revista Al aire –que edita la Universidad Popular
de Campanario–, su último libro de Poesía publicado hasta la fecha: Pasaje para los sueños rotos, donde
expresé no sólo mi opinión, sino también, el sentimiento emotivo que me llevó a
titular aquella reseña: La fuerza de la Poesía o la fragilidad de
los sueños. Se trataba de una obra consolidada en plena madurez del autor,
quien también ilustraba los poemas con sus propios dibujos. El prólogo, corrió
a cargo del poeta villanovense, Tomás
Chiscano. Seguramente, Piropo
recitará dentro de un momento, alguno de esos poemas.
Poco tiempo
después, nuestro protagonista me pidió que le escribiera un prólogo para su
próximo libro que tituló Pintando versos
serenos y que ya está listo para la imprenta. Y otra vez nos visita el arte
de la plasticidad. Si en el libro de los sueños eran dibujos, ahora se
complementan con más ilustraciones que tienen como escenario el paisaje de La
Serena, nuestra tierra, nuestra madre patria. Por ella corren los recuerdos de
la infancia hecha Poesía y Retratada en el lienzo de cada página. Apunto ahora,
algunas palabras que ofrecí a nuestro amigo en aquel prólogo:
Conocí a Diego hace muchos años, pero no
hace tantos que le conozco aún mejor. Es una persona de andares pausados, no
conoce las prisas y por eso su caminar siempre suele ser tranquilo. Esa
serenidad se transmite a su forma de ser y de aquí, él mismo, sin darse cuenta,
la transfiere a quien esté a su lado. Por este motivo, cuando leemos en
silencio un poema de nuestro autor, sentimos sus versos como si alguien los
estuviera recitando al oído, como si nos contaran un recadito. Y es que Diego,
otra vez vuelve a regalarnos su estoicismo que se encuentra en casi todo lo que
escribe. Porque no es un poeta que alce la voz y mucho menos utilice el grito
como medio de expresión. No necesita estos recursos para concienciar a nadie...
/ … Piropo también es un gran tertuliano, da gusto sentarse junto a él y
compartir palabras... /… He tenido la suerte de visitar su domicilio en varias
ocasiones, gracias a la excusa de algún libro que le he llevado. Y puedo
asegurar que su casa es un auténtico museo pictórico. Siempre que he ido a
verle, le encuentro en el doblado, que es su estudio de pintura, con muchos cuadros
colgados de las paredes y apilados porque la colocación perfecta no cabe. Allí
está el artista, el pintor, el poeta y el amigo, con los pince-les en la mano
entre los olores del óleo –mil veces santo– y otras trementinas. Piropo de
andares pausados, como antes dije, pero sin parar de trabajar… / … Los pinceles
de los versos. Así lo dice el mismo autor en un poema: ”aquel día me desperté /
con el corazón desnudo, / con ganas de pintar versos”. Y Diego nos abre su Cuaderno
de bocetos desde la transparencia de una lluvia sobre los tejados… /… Tardes de
viento solano. Y tarde es la palabra clave en la poesía de Antonio Machado, porque son las horas de la melancolía y el mínimo
tiempo de reposo y paseo. Lienzos y más lienzos por donde el tiempo sigue pasando…
Por último,
decir en boca del propio autor, que … / …Estoy
ahora en un momento creativo en que pretendo unir mi pintura y mi poesía en lo
que hago y esta es una forma de unirlas…
En esa fusión
de Poesía y Pintura, nos reencontramos hoy con Piropo. Así es la Creación, amigos míos, la Creación con mayúscula,
si tenemos en cuenta que Diego Fernández González, desarrolla esa Pintura
en grandes formatos, como grandioso es el sitio que le corresponde a sus versos.
Les dejo ya,
en la compañía de UN PINTOR CON PALABRA
DE POETA.
Muchas gracias.
© Cosme López García
Badajoz, 10
de febrero de 2011
*A propósito de la presentación del poeta Diego Fernández González, Piropo, en el Gran Café Victo-ria de Badajoz. Jueves, 10 de febrero de 2011.
No hay comentarios:
Publicar un comentario