Nocturno y lluvia

Nocturno y lluvia. (Paisaje urbano. Óleo sobre lienzo. Cosme López García).

jueves, 13 de marzo de 2014

¿QUÉ ES POESÍA? Algunas definiciones y polémica en torno al fenómeno poético1

EL Diccionario de la Real Academia2 nos la define así en sus siete acepciones:

1) Exposición artística de la belleza por medio de la palabra sujeta a la medida y cadencia. 2) Arte de componer obras. 3) Género de producciones del entendimiento, cuyo fin es expresar lo bello por medio del lenguaje. 4) Cualquiera de las distintas especies o variedades de los géneros: lírico, épico, dramático, bucólico, religioso y profano. 5) Conjunto de cualidades (fuerza de invención, arrebato, originalidad y osadía, sensibilidad, elevación o gracia, riqueza y novedad de expresión, encanto, etc.) que deben caracterizar el fondo de este género de producciones independientemente de la forma, o sea del lenguaje. 6) Obra o composición en verso. 7) Cierto encanto indefinible que halaga y suspende, conmueve y deleita el ánimo.

Si es difícil definir cualquier tipo de emoción, no menos cierto que también lo es dar con una sola respuesta que sea unánime ante la pregunta que nos hemos formulado.

Gustavo Adolfo Bécquer, en la Rima XXI definió a la poesía desde una mirada amorosa cuando en sus versos escribió:

¿Qué es poesía? dices mientras clavas / en mi pupila tu pupila azul. / ¿Qué es poesía? ¿Y tú me lo preguntas? / ¡Poesía... eres tú!

Posteriormente, Gerardo Diego, en un poema de su libro La Sorpresa y que tituló Celos, haciendo uso de los versos de Bécquer, desarrolló esta respuesta cuando dijo:

Poesía no eres tú. / Sois tú y tú, las dos distintas. / Os llevo una a cada lado. / No tengáis celos, mis vidas.

Es decir, para Gerardo Diego, la poesía no sólo es el amor que profesa a su esposa, sino que también es la propia poesía (metapoesía), a ambas quiere y les pide que no tengan celos la una de la otra.

Precisamente fue Gerardo Diego, uno de los poetas que más se preocupó por el fenómeno poético. Famosas son sus nueve definiciones de la Poesía:

En conferencias, artículos y libros he expuesto con alguna prolijidad mis creencias poéticas de ayer y de hoy. Aquí me limito a reunir nueve definiciones mías de la Poesía, una para cada musa:
1.- La Poesía es el sí y el no: el sí en ella y el no en nosotros. El que prescinda de ella -el del qué sé yo- vive entregado a todo linaje de sustitutivos y supercherías, al demonio de la Literatura, que es sólo el rebelde y sucio ángel caído de la Poesía.
2.- La Poesía es la encrucijada del Norte/Sur = Imaginación/ Inteligencia, con el Este/Oeste = Sensibilidad/Amor.
3.- La Poesía no es álgebra. Es aritmética, aritmética pura. El álgebra es la Filosofía. La Literatura es todo lo más aritmética aplicada, aritmética mercantil, contabilidad.
4.- La Poesía es la creación por la palabra mediante la oración, la efusión amorosa, la libre invención imaginativa o el pensamiento metafísico.
5.- La Poesía biográficamente tiene su Principio de Arquímedes, que dice: “Poesía es el volumen de anhelo espiritual que automáticamente ocupa el espacio desalojado por un volumen equivalente –casi un alma entera– de pasión humana concreta”.
6.- La Poesía es la luminosa sombra divina del hombre. Sin él no existiría, y, sin embargo, le precede y en cierto modo le causa.
7.- La Poesía hace el relámpago, y el poeta se queda con el trueno atónito en las manos, su sonoro poema deslumbrado.
8.- La Poesía existe para el poeta en todas partes, excepto en sus propios versos. Es la invisible perseguida que llega siempre demasiado pronto a la cita. En todo poema “ha estado” la Poesía, pero ya no está. Sentimos el calor reciente de su ausencia y el modelado tibio de su carne desnuda.
9.- Creer lo que no vimos, dicen que es la Fe. Crear lo que nunca veremos, esto es la Poesía3.

Todos sabemos que para Gabriel Celaya y para muchos, la poesía es un arma cargada de futuro; y la palabra arma nos conduce al término lucha. La poesía social que cultivaron tantos poetas con la intención de denunciar las injusticias del hombre contra el hombre: las guerras y sus consecuencias (hambre y miseria). La poesía social que tanta polémica tuvo en su día, debido a su confusión con la poesía política, pues esta última sólo miraba intereses de partido mediante simples documentos panfletarios y que generó una batalla por dar una nueva definición a la poesía.

Se habló de una ecuación: ¿Poesía = Comunicación?

En 1958, Enrique Badosa publica su ensayo Primero hablemos de Júpiter / La Poesía como medio de conocimiento en la Revista Papeles de Son Armadans. Generalmente, el arte para Badosa,

... es un medio de conocimiento y niega reiteradamente la participación del poeta en toda posible comunicación, ya que nadie puede comunicar lo que ignora.

Discrepa Badosa de una conocida frase de Dámaso Alonso, que a su vez no está de acuerdo con la primera y tercera acepciones del Diccionario y que antes apunté:

La poesía no tiene como fin la belleza, aunque muchas veces la busque y la asedie, sino la emoción.

En la primera edición de Teoría de la expresión poética, daba Carlos Bousoño la siguiente definición de poesía:

Poesía es ante todo comunicación. Designamos con el nombre de acto lírico a la transmisión puramente verbal de una compleja realidad anímica (unión de lo conceptual, lo afectivo y lo sensóreo), previamente conocida por el espíritu como formando un todo, una síntesis a la que se añade, secundariamente, una cierta dosis de placer. La variada proporción de los elementos que integran ese todo es lo que singulariza el habla de cada poeta. La poesía es así, en su primera etapa, un acto de conocimiento (conocimiento de lo singular psíquico por medio de la fantasía) y en su etapa postrera, un acto de comunicación, a través del cual ese conocimiento se manifiesta a los demás hombres4.

Carlos Barral se opuso al anterior concepto de Bousoño desde su artículo Poesía no es comunicación, publicado al año siguiente en la Revista Laye.
También discrepa Badosa, alegando que no se establece una comunicación entre el poema y el lector, sino una comunión. Quizás pueda interpretarse desde un sentido religioso o espiritual, teniendo en cuenta que el poema, de alguna manera, coincide en ideas o sentimientos con los del lector.

En 1986, apuntó el poeta y crítico José Luis García Martín en su libro La segunda generación poética de posguerra, los tres tipos de comunicación que, según reflexiones de Jaime Gil de Biedma, pueden darse:

La “transmisión”, donde el poema se limita a transmitir las emociones de un hombre concreto; “comunicación inconsciente”, donde el poema es algo más que un medio de transmisión, el ejemplo más notable está en los surrealistas; y la “autocomunicación”, subjetividad que utiliza el propio poeta para construir el poema con la intención de comunicarse él mismo5.

Estos tres tipos de comunicación pueden aparecer en el poema, pero como dijo García Martín,

... ninguno de ellos define a la poesía. ¿Dónde radica entonces la peculiaridad del fenómeno poético?. Simplemente en la intención del autor de hacer un poema y en la correspondiente intención por parte del lector de leer un poema6.

Y Gil de Biedma publica en 1974 su Diario del artista seriamente enfermo7, escrito en 1956. En este diario se refiere Gil de Biedma a las ideas de Bousoño y define al poema como:

... una relación entre dos modos, muy especializados y determinantes, que adoptan a veces los seres humanos: el modo de poeta, el modo de lector. Es decir, que -la poesía no es lo que el poeta experimenta al componer, eso es sólo “el material poético”; poesía sería “el poema en tanto que asumido en la lectura8.

De acuerdo con estos apuntes y sin pretender entrar en nuevas polémicas, puedo concluir diciendo:

La poesía es una emoción innata en el estado del ánimo que mediante un previo conocimiento (de personas, lugares, noticias, anécdotas, etc.), se comienza a hacer o escribir comulgando con ideas o pensamientos y que el poeta transcribe desde su propia experiencia e intimidad. Este conocimiento y comunión, el poeta necesita comunicarlo, estableciéndose una alianza con el posible lector que lo emociona e identifica objetivamente y llegando así a un serio compromiso por parte del poeta. La poesía es, y siguiendo este orden: conocimiento, comunión, transcripción, comunicación, emoción y finalmente compromiso.
Para terminar y dando un salto en el tiempo, cito a Santa Teresa:

Vivo sin vivir en mí / y tan alta vida espero / que muero porque no muero.

En uno de mis versos, me atrevo a corregir a la Santa diciendo: pero vivo viviendo en mí, metáfora del compromiso adquirido con la realidad; el poeta está en sus cabales, nunca loco ni subido en la luna, como tantas veces estamos hartos de oír. Todos somos poetas, porque (y aquí coincido con Santa Teresa) todos sufrimos, nos emocionamos y moriremos para quedar en la memoria de alguien.

Y para finalizar, transcribo una estrofa de un poema9 donde escribí lo que yo entiendo por Poesía:

Poesía es tener la misma vida en vilo
a base de engranar palabras puzzles,
es volar sobre un cielo más amplio
donde la verdad libere a los hombres.

Plasencia, abril de 1996
© Cosme López García

1Comunicación leída en el VII Congreso de Escritores Extremeños, celebrado en Plasencia el 19 y 20 de Abril de 1996.
2Definiciones según el Diccionario Enciclopédico Ilustrado Sopena. Editorial Ramón Sopena, Barcelona 1997, tomo IV, página 3379.
3Poesía española contemporánea (1901-1934). Antología por Gerardo Diego. Taurus Ediciones, Madrid 1983.
4Carlos Bousoño: Teoría de la expresión poética. Primera Edición, página 22.
5José Luis García Martín: La segunda generación poética de posguerra. Excma. Diputación de Badajoz, 1986, páginas 75 y 76.
6José Luis García Martín: La segunda generación poética de posguerra, página 77.
7Jaime Gil de Biedma: Diario del artista seriamente enfermo. Barcelona, Lumen, 1974.
8José Luis García Martín: La segunda generación poética de posguerra, página 77.
9Cosme López García: Cartas para el recuerdo y tardes de otoño. Badajoz 1994, página 76. El poema se titula Poesía viva y está dedicado a Miguel A. López de Bayas y María A. Alcántara Gijón.

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