El amor ha encontrado aquí su estancia,
cada día os ilumina y señala el camino
como una antorcha de fuego y Cupido
lanzando flechas al corazón latido.
Porque no existen batallas sin armas
que puedan compararse en el ardor vivido
y capaces sean de olvidar al olvido
en este día de boda, rosas y palmas.
El poeta aplaude con toda su alma
la valentía que supone estar enamorado,
se alegra consciente y viste de gala
al poema de amor y verso rimado.
Estar siempre cerca de vuestro lado,
aumentar la familia y de pasada
formáis un encanto la amante y amado
donde habitar felicidad soñada.
Señora de Santiago y de bandera,
concha de mar en una playa tan cerca
que tiene días vacantes en su agenda
para convivir sin relojes de arena.
Hay una adrenalina en la genética
que nos hace más libres, es el gen
del aro sobre aro y sobre todo ser
miembro de un mismo corazón aliado.
Se ha vestido de etiqueta Santiago
con un traje que le sienta muy bien
y a juego con la lección del saber
estar y ser humano y más humano…
© Cosme López García. Octubre de 2011
